(EL COMERCIO)
Reducidos espacios de 8 por 4 m para cuarenta personas, así como el encierro dispuesto por la administración del centro de rehabilitación habrían sido los factores más preponderantes en la muerte de 26 personas en la mañana del sábado, en un incendio en San Juan de Lurigancho.
El fuego suscitado no habría alcanzado a los internos, sino más bien fue la falta de oxígeno la que finalmente acabó con sus vidas.
Así lo confirmó el comandante general del Cuerpo de Bomberos, Antonio Zavala. Este dio cuenta a la prensa concitada por el siniestro —ocurrido en la cuadra 1 de la avenida Próceres de la Independencia— que entre los fallecidos se cuenta a un pintor que estaba en el lugar finalizando trabajos de refacción.
Además, Zavala confirmó que tuvieron que movilizar unidades especializadas a fin de abrir las puertas del centro de rehabilitación. Al ingresar, los internos habrían lanzado toda clase de objetos y agredido a los bomberos que llegaban a su rescate.
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